Cuéntame un cuento

Durante los últimos años de mi vida me he dedicado a la generación/diseño de productos/destinos turístico, primero desde lo público, como parte de una fundación sostenida con fondos públicos, cuando aún quedaban recursos parar generar Planes de Dinamización Turística en España, y desde hace unos años en Chile.
Si me preguntas, no sabría decir bien como llegué hasta aquí, pero lo que tengo claro es que es el mejor trabajo del mundo para mi. No hay mejor cosa en la vida que dedicarte a lo que te gusta, a lo que te apasiona, lo que te hace crecer. Para mi eso es crear, identificar oportunidades en donde otros no las ven, ayudar a «hacer que pasen cosas», generar esos pequeños cambios que hacen que se muevan los puntos de vista, las visiones y misiones de personas. Llegar a un lugar y poder ver con ojos frescos su realidad para proponer «un cuento», un hilo conductor que consiga generar atracción de turistas bajo un concepto o historia.
A los humanos nos encanta que nos cuenten cuentos, descubrir lugares recónditos, sentirnos especiales y privilegiados, aunque hay muchos motores para hacer turismo, y muchos tipos de turistas, mi visión es que el mundo necesita «cuentos». No es necesario inventarlos, muchas veces solo hay que desempolvarlos, ponerlos en valor y difundir las historias que harán a un lugar generar su diferenciación, al turista sentirse especial y a los empresarios locales sentirse dentro de un barco mayor al de su propio emprendimiento.
Cada destino tiene su cuento, a menudo no es fácil de encontrar, pues está bajo montones de intereses, clichés o tabúes. Por ello normalmente ha de llegar alguien de fuera, libre de vínculos y prejuicios, para revalorizar leyendas o identificar espectáculos naturales patrimoniales o culturales que los lugareños tienen tan interiorizados que no son capaces de valorar como un potente tractor turístico.
Está claro que es más fácil contar cuentos que crearlos como relato turístico y que además se conviertan en verdaderos potenciado res de las visitas, sin embargo sin este ingrediente un destino es soso y fácilmente substituible, no tiene elementos que lo hagan único, que muevan a una persona a recorrer miles de km.
Como conclusión de este post: el Storytelling es la clave para el desarrollo de destinos turísticos.